jueves, 11 de noviembre de 2010

Largas horas . . .


Me dispongo a presentarles una cuestión; ¿Hasta que punto puede llegar la idiotez de un hombre?. Es paradójica la pregunta, ya que yo también soy hombre, y humano por supuesto. Hay quien se divierte con las payasadas que algunos, digamos "cómicos" difunden a través de medios externos, y también estan aquellos a los que les divierte quedarse en casa arropado con tres edredones de piel de bufalo bill, con 2 botellas de Nestea debajo del cojín, 4 euros de Snack's con sus respectivas piezas de bollería industrial. Para esas personas, a las que no les gusta pasar frio en invierno, les expongo esta cuestión, ¿De verdad creeis que la vida os a dado dos piernas, un encéfalo y millones de familias de neuronas para que no las utilizeis? ¿Es que es tan dificil coger ese aparato rectángulo (la mayoría de las veces, aunque por tal de llevarme la contraria existen formatos ovalados, cuadrados y hasta redondos), buscar y diferenciar un botón de color rojo generalmente, pulsarlo y salir afuera a conocer mundo? Yo, al estar estudiando estudios postobligatorios informáticos, me rodeo de gente así, personas sin vida que no ven más allá de la pantalla de su nuevo Portatil última generación, capaz de transmitir datos a la velocidad de bla bla bla (Prefiero escribir "bla bla bla", antes que usar tecnicismos del mundo de la informática) y es tanta su obsesión, que hasta llega a cambiar su humor o estado de ánimo, debido a fallos de computación. Recuerdo un personaje muy peculiar, alto, moreno, un poco feo, con un guante negro (Marca La Rosa Negra), que usaba pendientes en forma de cremallera, tenía gafas y soñaba con ser un personaje del "magnífico mundo del comic oriental" o como se suele llamar "Manga", a primera vista, obtuve una imagen muy clara de él, fue verlo y pensar "Joder, este tio es un friki"; me lo demostró en el momento en que empezó a vociferar palabras al estilo "Jefe espartano". Es aquí donde culmino esta entrada con la respuesta a la pregunta del principio;la idiotez de una persona, puede llegar a valores desconocidos, puede llegar a comerte el coco, o como se suele decir, a "rayarte", depende solo de una cosa, ¿Prefieres estar en tu casa debajo de las "enagüillas" todo el santo día, o prefieres ser un seguidor nato del comic japonés y andar por ahí con un imperdible en la oreja? . . . hay lo dejo, reflexionen . . .

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